La sostenibilidad es un concepto mucho más amplio que la simple preocupación por el medio ambiente o la lucha contra el cambio climático. La producción sostenible forma parte de una corriente más amplia que es la del desarrollo sostenible. Un enfoque que aboga por un cambio del modelo productivo con el fin de mejorar el mundo en que vivimos. Un mundo que sea mejor para el planeta y para todas las personas.
El desarrollo sostenible se ha convertido en el elemento más destacado de la agenda actual de Naciones Unidas. Entre los 17 objetivos que se marca este organismo, encontramos líneas de acción y metas que afectan a distintas áreas de la sociedad. Algunos de estos objetivos son el “Hambre cero”, la apuesta por una “Energía asequible y no contaminante”, el “Trabajo decente y crecimiento económico”, la “Acción por el clima”, la conservación de la “Vida submarina” y “Vida de ecosistemas terrestres”, o la “Producción y consumo responsables”. Todos estos objetivos son ejemplos de las áreas de acción del desarrollo sostenible, y es en el último citado donde se enmarca la producción sostenible.
Desde hace tiempo, en TradeCorp no solo aceptamos la enorme responsabilidad de trabajar en un marco de producción sostenible, sino que se hace desde diferentes prismas, entendiendo que es un proceso integral que afecta a todas las etapas o ciclos de la producción. Así, no solo contamos con productos ecológicos respetuosos con el medio ambiente, sino que la propia empresa pone en marcha prácticas que abogan por la producción sostenible, desde la disminución del uso de plástico hasta el lanzamiento de nuestro nuevo concepto de marca, ‘Soluciones para crecer’, cuyo leitmotiv es hacer más con menos.
La producción sostenible supone una de las piezas en ese mosaico que es el desarrollo sostenible y que pretende dibujar un mundo mejor, y a su vez, es un engranaje compuesto de diferentes elementos a los que se necesita ofrecer soluciones.
¿Qué es la producción sostenible?
La ONU define el consumo y la producción sostenibles como “hacer más y mejor con menos”, y añade: “se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida sostenibles”1.
Frente a un modelo productivo que está probado que tiene efectos devastadores en el Planeta, y que no provee de igual manera a todo el mundo, resulta imperativo un cambio. Más aun, con las perspectivas de futuro que se esperan.
Se calcula que, para 2050, la población mundial habrá aumentado en un tercio hasta superar los 9.000 millones de habitantes. Esto significa que, para poder alimentar a todas esas personas, en los próximos años habría que aumentar la producción de alimentos en un 70%. Al mismo tiempo, en el caso de que se alcanzasen los 9.600 millones de habitantes en 2050 y que estos viviesen como lo hacemos en la actualidad, haría falta el equivalente a tres planetas para poder contar con los recursos naturales suficientes como para sostener esos estilos de vida.
Así pues, parece claro que se necesitan soluciones que estén encaminadas a aumentar la productividad, pero garantizando la sostenibilidad. Crecer, pero de forma sostenible.
Soluciones para crecer, una apuesta por la agricultura sostenible
Creemos que la base de esas soluciones para crecer de manera sostenible está en hacer más con menos y apostar por una agricultura sostenible. Siempre teniendo las acciones de sostenibilidad en el inicio de la cadena de producción alimentaria.
La agricultura sostenible es un sistema de producción que racionaliza los recursos para su optimización. Además, es sana para el medio ambiente y para las personas, y resulta económicamente viable. Para que realmente se pueda hablar de una agricultura sostenible, se tienen que dar todos esos elementos: productividad, eficiencia, rentabilidad y una producción saludable que no tenga un impacto negativo en el entorno.
Para lograr esa combinación, se apuesta por la innovación. La agricultura sostenible se compone de prácticas ecológicas que se apoyan en las innovaciones científicas y en la racionalización del modelo productivo.
La producción agrícola necesita ser respetuosa con el medio ambiente y , al mismo tiempo, debe garantizar la provisión de alimentos saludables para la población. Pero, además, no solo ha de proveer al consumidor final, sino también a los propios agricultores y al resto de agentes implicados en la cadena de suministro. La agricultura sostenible es un sistema ecológico, y también debe ser un sistema justo del que se pueda vivir, es decir, que ha de ser rentable.
Las soluciones para crecer más con menos intentan cubrir todas esas necesidades de los diferentes eslabones de una cadena de producción sostenible. La fórmula para encontrar esas soluciones que garanticen la supervivencia de los productores, los consumidores y el medio ambiente se nutre de la innovación, el trabajo, la inteligencia y la experiencia puestos al servicio de encontrar el camino hacia un mundo mejor.
1 https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/sustainable-consumption-production/