El mañana del mercado agrícola depende de las soluciones de hoy


mercado de productos agrícolas

En la crisis económica y sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19, la agricultura se ha visto reforzada como actividad esencial, y el sector agroalimentario se ha reafirmado como fundamental. Ante esta complicada situación, y pese a todas las dificultades, el mercado de productos agrícolas no solo ha podido abastecer a la población, sino que también ha sido capaz de competir en las mejores condiciones.

Sin embargo, la situación vivida en los últimos meses podría resultar ser una prueba excepcional de cara a los tiempos que tienen que venir, los retos a los que el mercado agroalimentario se enfrentará en el futuro y que debe resolver planteando soluciones en el presente.

A los problemas agrícolas propios de la actividad, se suma un nuevo contexto socioeconómico al que el mercado de productos agrícolas debe adaptarse para seguir siendo un sector estratégico y de crecimiento. Para nosotros, esa adaptación pasa por la apuesta por una agricultura sostenible, que se apoye en soluciones innovadoras que permitan hacer más y mejor con menos.

 

Situación del sector agroalimentario en España

Recientemente, en la inauguración de un foro sobre retail y gran consumo, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, señalaba al sector agroalimentario como “parte esencial de la riqueza productiva” de la economía española. El ministro habló sobre el excelente comportamiento del sector en los últimos meses, en los que el mercado de productos agrícolas ha batido récords en exportaciones.

Mientras que, en los últimos 20 años, en general, se han duplicado las exportaciones de bienes españolas, en el caso de las correspondientes al sector agroalimentario, se han triplicado. En los 12 meses anteriores a julio de 2021, se superaron los 57.000 millones de euros en exportaciones agroalimentarias, dejando un balance comercial positivo de más de 20.000 millones de euros. Estos números sitúan a España como cuarto país exportador de productos agroalimentarios de la Unión Europea, y octavo del mundo. Y todo eso sin desatender en ningún momento las demandas del mercado nacional.

La respuesta del sector agroalimentario ante una situación de crisis ha sido excepcional, pero más allá de esta situación, se plantean nuevos retos de cara a un futuro en el que se espera que la población mundial aumente en un tercio. Además del reto demográfico, el sector deberá afrontar dificultades derivadas del cambio climático o una transformación del modelo de producción basada en el desarrollo sostenible, entre otros.

Planas aprovechó su intervención en el “I Foro del retail y del gran consumo” para presentar las líneas generales que guiarán el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) en materia agroalimentaria. Esta estrategia se desarrollará sobre tres ejes principales: aumentar la competitividad -a través de la innovación tecnológica-, fomentar la sostenibilidad -principalmente impulsando el ahorro y optimización de recursos-, y garantizar la seguridad alimentaria -haciendo hincapié en la trazabilidad de los alimentos.

 

Retos para el futuro del mercado de productos agrícolas

En un informe elaborado por la consultora PwC y publicado en la revista Índice, que se titula “El futuro del sector agrícola español: claves para construir un sector sostenible económica, social y medioambientalmente”, se señalan los retos a los que se enfrenta el mercado de productos agrícolas en España y cómo se deben plantear las estrategias necesarias para hacerles frente.

Este informe sitúa a la agricultura como un sector estratégico de gran valor económico, social, medioambiental y territorial. Desde esa posición, se verá especialmente afectado por una transformación motivada por tendencias globales que se llevará a cabo en las próximas décadas.

Pese a su carácter global, el estudio de PwC valora estos cambios como un reto, pero a la vez, una oportunidad para el mercado de productos agrícolas españoles. Entre los principales aspectos que liderarán esta transformación socioeconómica global, se encuentran:

  • El cambio demográfico, que conllevará un incremento del 70% en la producción de alimentos para 2050.
  • El cambio climático cuyos efectos ya son más que notables en la agricultura española. Esto afecta a la disponibilidad de recursos como el agua, y también a la manera de producir, que necesita ser más racional.
  • Nuevos competidores por un aumento en el peso económico de algunos mercados emergentes.
  • Nuevos estándares regulatorios que responden a un aumento en las exigencias de los consumidores, que demandan productos agrícolas seguros y saludables.

Para tener éxito en este nuevo contexto mundial, el sector agroalimentario español necesitará ser competitivo y económicamente viable. Al mismo tiempo, dar respuesta a estos retos pasará por soluciones encaminadas a aumentar la productividad y la eficiencia, pero en un marco que sea sostenible social, económica y medioambientalmente. Dicho de otra forma: soluciones para crecer mejor con menos.

Soluciones para crecer en el mercado de productos agrícolas

Las soluciones para dar respuesta a los retos a los que se enfrenta el mercado de productos agrícolas se tienen que empezar a desarrollar desde el presente, para adaptarse al cambio y al mismo tiempo formar parte de él.

El sector agroalimentario se suma a la corriente del desarrollo sostenible. Desde Tradecorp lo hacemos con soluciones que apuestan por la agricultura sostenible:  mayor productividad desde la racionalización y optimización de los recursos, guiada por la sostenibilidad y con el apoyo del desarrollo tecnológico.

La experiencia, el esfuerzo, la razón, la innovación y la voluntad de mejora constante son los ingredientes para encontrar esas soluciones para crecer. Se hace desde el convencimiento de que el sustento del mercado de productos agrícolas tiene que ser una agricultura sostenible, saludable y segura.

Las “Soluciones para crecer” son un concepto integral; se trata de agricultura sostenible que no solo es respetuosa con el entorno y con las personas, sino que, además de sostenible, ha de resultar rentable para los productores y saludable para los consumidores. 

 


Fuente

http://www.revistaindice.com/numero77/p25.pdf