Crecer en rentabilidad y combatir el aumento de los precios de los alimentos


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El aumento de los precios de los alimentos es una realidad en todo el mundo. Según datos de la ONU, hemos alcanzado niveles no vistos desde hace una década. Se ha encarecido la materia prima y también la energía o el transporte, lo que ha llevado a que este incremento sea palpable ya en el lineal, en los productos que compramos como consumidores.

Por otro lado, para que ese aumento de los precios de cara al consumidor sea lo más ajustado posible, en el otro extremo de la cadena agroalimentaria, donde se encuentran los agricultores y ganaderos, los márgenes de beneficios son limitados, hasta el punto de que en algunos sectores se está produciendo a pérdidas.

Resulta más necesario que nunca dotar a los agricultores de herramientas dirigidas a mejorar la rentabilidad de la producción. En Tradecorp, ponemos a disposición de los trabajadores del campo una amplia gama de productos pensada para aumentar la productividad de una manera sostenible. La clave está en la eficiencia, que será también la mejor arma para combatir el aumento de los precios de los alimentos.

En Tradecorp ofrecemos “Soluciones para crecer”; acompañamos a los distintos agentes involucrados en la producción agrícola, desde agricultores a distribuidores pasando por directores técnicos, para desarrollar soluciones a medida. El objetivo último es sentar las bases de la que es la agricultura del futuro: sostenible, saludable y segura, pero también, evidentemente, debe ser rentable.

 

Aumento de los precios de los alimentos

El pasado mes de octubre se alcanzó en España un incremento anual en el índice de precios al consumo (IPC) del 5.5%. Este porcentaje supone el nivel más alto en la inflación desde 1992, hace casi tres décadas. El aumento de los precios de los alimentos creció algo menos, un 1.6% anual. De este modo se confirma una tendencia al alza que fue especialmente sangrante ese mes de octubre. La variación de los precios respecto al mes anterior fue del 1.3%, el porcentaje más alto en todo el año. Todavía más llamativo es el dato sobre el aumento de los precios de los alimentos frescos: un 0.8% anual, pero hasta un 2.5% intermensual.

Esta coyuntura no es un problema nacional, sino que responde a una situación global que está influenciada por varios factores. Además del aumento del precio de la energía o los combustibles, que han encarecido la producción y la distribución de los productos agrícolas, se añade una importante subida en el precio de dos grupos de productos que no se utilizan únicamente como alimento, pero son muy importantes en la dieta de prácticamente todo el mundo: los cereales y los aceites de origen vegetal.

En el grupo de los cereales, resulta especialmente llamativo el aumento del precio del trigo según los datos que ofrece la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Mientras que la demanda no afloja, la producción de trigo se ve limitada. Esto se debe a su encarecimiento por una reducción de la superficie cultivada y la dificultad para exportar. En el último año, el precio del trigo se ha disparado un 41%. No obstante, los niveles de producción son los más altos de la historia, siguen siendo insuficientes para la demanda se ha multiplicado.

En cuanto al maíz, otro cereal importante, su encarecimiento entre septiembre de 2019 y 2020 ha sido del 38%. Sin embargo, En las últimas semanas se ha frenado ese incremento en los precios debido a que las cosechas han mejorado las previsiones que había.

Más notable todavía es el aumento en el precio de los aceites de origen vegetal, debido sobre todo al encarecimiento del aceite de palma, que alcanza su máximo en 10 años propiciado por una mayor demanda y por el temor a la escasez de mano de obra en Malasia, segundo productor mundial. Una mayor estabilidad en los precios de otros aceites como el de soja o el de girasol mitiga el crecimiento en los precios de este grupo de productos. Sin embargo, los precios disparados del aceite de palma y de colza hacen que el aumento en los aceites vegetales sea del 60% en un año. Un aumento que no muestra signos de mitigarse, al contrario, en octubre la subida fue del 9.6% respecto al mes anterior, un máximo histórico.

 

Soluciones para atacar la inflación del coste de los alimentos

El aumento del precio de los alimentos tiene consecuencias en ambos extremos de la cadena alimentaria. Los distribuidores están empezando a subir los precios de los productos que llegan al consumidor para mantener márgenes y paliar el aumento de los costes; unas medidas que no pueden permitirse los productores, quienes se están enfrentando a subidas de costes de un 50% de media.

Por este motivo, resulta crucial buscar la rentabilidad de los cultivos donde sea posible. Es necesario agudizar la eficiencia de los procesos para que se maximice la producción y pueda hacerse de una manera sostenible, tanto medioambientalmente como a nivel económico y social.

Es ahí donde nuestras Soluciones para Crecer entran en juego. Ofrecemos productos que aúnan innovación y experiencia para mejorar la productividad de una manera respetuosa con el entorno, y que permiten a los productores ser competitivos en un momento en que encontrar las soluciones más adecuadas se hacen más necesarias que nunca.