¿Cuáles son los cultivos de verano?
En España, el verano probablemente sea la estación en la que las diferencias climáticas entre territorios sean más acusadas. Aún así, en general, se caracteriza por el aumento de la temperatura, menos precipitaciones y más horas de sol. Estas circunstancias condicionan los cultivos de verano, que son plantas que necesitan climas cálidos para su desarrollo, demandan bastantes horas de luz solar y/o pueden crecer sin necesidad de recibir mucha agua.
Entre los cultivos de verano típicos se encuentran muchos cultivos hortícolas, ya que, aunque sean plantas bastante adaptables, no resisten bien las heladas del invierno. Además, suelen ser cíclicos, es decir, tienen un periodo vegetativo menor a 12 meses; se desarrollan mucho más rápido que los cultivos perennes, que tienen ciclos largos, de más de 12 meses.
Por lo general, los cultivos de verano se pueden sembrar en primavera o los primeros meses de verano y recolectarse para finales o a principios de otoño como mucho. Incluso, en muchos casos, los ciclos son más cortos. Pero también puede ser una buena época para preparar los terrenos o sembrar las plantas de los cultivos con ciclos más largos.
Factores que tener en cuenta en los cultivos de verano
La principal preocupación de los agricultores respecto a los cultivos de verano es el agua. Pese a que son cultivos que no necesitan mucha humedad, sí es necesario regarlos para que las plantas florezcan y den frutos. Teniendo en cuenta que cada vez llueve menos, incluso en invierno y primavera, es fundamental hacer un uso eficiente del agua y racionalizar el riego. Saber en qué cantidad justa y cuándo es mejor regar, y hacerlo de manera localizada minimizando el desperdicio.
En el lado contrario de la escasez de agua se encuentra otro fenómeno típico del verano en muchas regiones: las tormentas, que, en ocasiones, pueden ser de granizo. Para proteger los cultivos del golpe que pueden suponer estas tormentas, así como del exceso de calor, es común el uso de toldos o invernaderos para cubrir los cultivos de verano.
Otra forma de protección es preparar las plantas para que estén fuertes ante estos ataques. Para ello, se recomienda aplicar productos fitosanitarios de bionutrición que, además, nos ayudarán a suplir las carencias de la tierra.
La composición de los suelos es otra de las cuestiones que se deben vigilar para un buen desarrollo de los cultivos de verano. Dependiendo de cómo hayan sido los meses anteriores, la tierra puede tener carencias nutricionales a la hora de cultivar, o puede que la falta de lluvia y la sequedad del terreno no permita que la planta se alimente de los nutrientes que necesita. Por suerte, existen múltiples soluciones de bioestimulación que corrigen las carencias que puedan tener los cultivos.
Además, si tenemos plantas fuertes y sanas, nuestros cultivos también estarán mejor preparados para afrontar otro de los clásicos del verano: las plagas. Con el calor, proliferan tanto las malas hierbas como los insectos que pueden afectar al crecimiento y producción de las plantas. Por fortuna, en Tradecorp tenemos todo tipo de soluciones herbicidas, insecticidas o fungicidas, entre otras.
Ejemplos de cultivos de verano
A continuación, te ofrecemos una lista con cuatro de los cultivos de verano más populares:
Tomate
Existen muchas variedades de tomate, pero, en general, es una planta que necesita muchas horas de sol y no aguanta bien el frío, un hecho que incluso se plasma en su nombre científico: solanum lycopersicum. Por eso, los tomates son típicos de los meses más cálidos, aunque se adaptan bastante bien a una gran variedad de climas; podríamos considerarlos tanto cultivo de verano como de primavera. Lo único que necesitan es evitar los periodos en los que se producen heladas.
La tomatera no es una planta muy exigente en cuanto al suelo, lo que la convierte en perfecta para cultivar en verano. Eso sí, necesita que la tierra ofrezca un buen drenaje, ya que, aunque necesitan riego, un exceso de agua podría favorecer el desarrollo de hongos.
Maíz
El maíz es uno de los cultivos extensivos más populares del mundo. Para su desarrollo, necesita un clima entre templado y caluroso, por eso su cultivo está tan extendido por las regiones subtropicales, especialmente en las de Latinoamérica, aunque se cree que el maíz es originario de Centroamérica.
Arroz
Aunque el ciclo del arroz es más largo, como ocurre con el maíz, para su cultivo apenas se necesitan unos 4 meses. Se siembra en junio (a principios de año se vacían los campos, de marzo a abril se deja secar la tierra y en mayo se llena de agua) y se recolecta en septiembre.
No es casualidad que la mayor producción de arroz se dé en Asia y la India; aunque España es, junto con Grecia e Italia, el mayor productor en Europa.
Hortofrutícolas
Son muchos los cultivos hortofrutícolas, tanto de fruto como de hoja, típicos del verano. Hemos destacado el tomate por su popularidad y gran capacidad de adaptación, pero también podemos destacar como cultivos de verano a la lechuga, las judías, los pimientos o el calabacín y la berenjena.