Tipos de agricultura tradicional


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Tipos de agricultura tradicional

La agricultura nos acompaña desde hace miles de años. Desde que el ser humano se inició en esta actividad se han dado diferentes tipos de agricultura tradicional en todo el mundo, adaptándose a la circunstancias climáticas y sociales. Se considera que su origen está en el Neolítico, cuando las pequeñas comunidades de cazadores-recolectores empiezan a ser capaces de domesticar plantas y animales para conseguir alimento.

Con tantos años de historia, es normal que se hayan desarrollado a lo largo del tiempo distintos métodos de producción agrícola que no solo dependen de las circunstancias socioeconómicas del momento, sino también, de las diferencias geográficas y climatológicas por el mundo. Así, hoy en día, coexisten distintos sistemas, como la agricultura intensiva, la extensiva, ecológica, industrial, de subsistencia o incluso la agricultura tradicional, que fue la que asentó los cimientos del resto de modelos.

En un principio, la agricultura tradicional se limitaba a la subsistencia del grupo o de poblaciones pequeñas, pero, gracias a episodios de exceso de producción agrícola, se dio origen al comercio. Por lo tanto, la agricultura tradicional no solo tiene como objetivo la obtención de alimento, sino también, en cierto modo y a pequeña escala, la generación de riqueza.

La agricultura tradicional tiene una importante dependencia del territorio, por ese motivo, las principales diferencias entre los diferentes tipos de agricultura tradicional que existen han venido condicionadas sobre todo por las características particulares del lugar del mundo donde se ha aplicado.

Qué es la agricultura tradicional

Se considera agricultura tradicional a un modelo de producción agrícola que se ha dado en diferentes sociedades a lo largo de la historia de la humanidad. Sin embargo, no se trata únicamente de una cuestión histórica, ya que este tipo de agricultura todavía se utiliza en algunas partes del mundo.

La agricultura tradicional ha estado marcada por factores históricos, sociales, económicos y geográficos, pero lo que le caracteriza es el escaso uso de la tecnología y la preocupación por el cuidado de la naturaleza. Este sistema agrícola no se ve afectado por el desarrollo tecnológico, sino que sus métodos se basan, sobre todo, en tener un gran entendimiento de la naturaleza y en la necesidad de conservarla para su propia subsistencia.

Es ahí, donde reside gran parte del valor de la agricultura tradicional: en esa conciencia medioambiental y conocimiento del medio que emparenta este tipo de agricultura con el reto de la sostenibilidad al que se enfrenta el sector agrícola en la actualidad. Otra de sus principales aportaciones es la transmisión generacional; durante siglos y siglos, la agricultura tradicional se ha sostenido gracias al traspaso de conocimientos de generación en generación, ya que este sistema está basado principalmente en capital humano.

Las características comunes en todos los tipos de agricultura tradicional son:

  • Se trata de un sistema que atiende a una demanda limitada, que se basa por el autoabastecimiento o por abastecer regiones pequeñas.
  • Utiliza técnicas y maquinaria agrícola muy rudimentaria.
  • Tiene una gran dependencia de las condiciones climáticas y del terreno de la zona en que se desarrolle.
  • Normalmente, la agricultura tradicional ha ido de la mano de la ganadería.
  • Por lo general, es un modelo de policultivo, que no se limita a grandes superficies de un único cultivo, sino que intenta atender a la mayor variedad posible.

Principales tipos de agricultura tradicional

Como decíamos, este sistema agrícola está muy ligado al territorio, de ahí que la mayoría de tipos de agricultura tradicional estén definidos por el lugar donde se desarrollan. Dependiendo de las fuentes, se pueden encontrar distintas clasificaciones, pero, en general, existe un consenso en señalar tres grandes tipos de agricultura tradicional.

Agricultura itinerante

Esta es la forma de agricultura tradicional más arcaica, y también la más agresiva para el planeta. Consiste en explotar un territorio hasta agotar sus recursos y, después, cambiar de lugar. Era propia del Neolítico, cuando las técnicas de cultivo no estaban muy desarrolladas. Aun así, es un modelo que se ha seguido aplicando durante siglos; también conocido como sistema de “tala y quema”, es responsable de gran parte de la deforestación del planeta.

Agricultura de secano

Este tipo de agricultura tradicional tiene una sensibilidad mucho mayor respecto a su sostenibilidad medioambiental. De hecho, utiliza técnicas que combinan la producción agrícola con el cuidado de los suelos. Está basada en la rotación; consiste en dividir los terrenos agrícolas de manera que, mientras se cultiva una parte, la otra descansa para recuperar los nutrientes del suelo.

Es la agricultura típica de España y del resto de Europa, y tradicionalmente es el sistema que se ha aplicado en el cultivo de cereales como el trigo y la cebada o en el del olivo, entre otros.

Agricultura irrigada

La agricultura irrigada o monzónica se llama así porque es característica de Asia Monzónica, donde son muy abundantes las lluvias. Por eso, se identifica a menudo con el cultivo del arroz, que tanto peso tiene históricamente en esa zona; de hecho, a este tipo de agricultura tradicional también se le conoce como “ricicultura monzónica”.

Es un sistema agrícola intensivo, en el que la tierra no descansa y se cosecha dos o tres veces al año. Por ello, tradicionalmente, ha utilizado mucha mano de obra.

Estos son los tipos de agricultura más populares, pero si quieres saber todo sobre cultivos, agricultura y métodos de cultivo no dejes de visitar nuestra web y estarás al tanto de todas las novedades