La aplicación de herbicidas en pre-emergencia se realizan habitualmente después de sembrar el maíz, mediante una aplicación superficial y con previsión de lluvias débiles dentro de los diez días posteriores a la siembra para su correcta incorporación. En caso de riegos por aspersión o pivots se puede hacer un riego suave después de la aplicación.
Ventajas de los tratamientos en pre-emergencia:
– Mayor eficacia: controlan las malas hierbas desde el primer momento, aseguran una nascencia libre de malas hierbas, y si la eficacia ha sido buena, ya te puedes olvidar de tratar en toda la campaña.
– Algunos herbicidas pre-emergentes controlan un amplio espectro de malas hierbas, especialmente las más frecuentes como es el caso de Infinor® Mix
– Acción residual: Los productos pre-emergentes suelen dejar el campo libre de malas hierbas durante buena parte del ciclo del cultivo debido a su acción remanente.
Claves para una buena eficacia en los tratamientos pre-emergencia:
– Nivela el terreno: La aplicación herbicida debe cubrir la máxima superficie de suelo. Los terrones impiden que el herbicida toque al suelo, y las malas hierbas pueden crecer a su alrededor.
– Favorecer la germinación de las malas hierbas antes de la siembra: Preparar el terreno para que nazcan las malas hierbas, haciendo una labor con cultivador entre 5 y 6 cm de profundidad.
– Elige siempre herbicidas que te ofrezcan una solución adaptado a la problemática de malas hierbas existentes, preferiblemente con un amplio espectro de acción y elevada persistencia.