Son muchas las voces que reivindican la manera de hacer de la agricultura tradicional como herramienta para luchar contra el cambio climático, producir mejores alimentos y trabajar por la conservación no solo de los ecosistemas, sino también del tejido económico y social del entorno rural.
Los beneficios que aporta la agricultura tradicional tienen un gran valor para la sociedad, pero, por sus características, necesita hacer frente a determinados problemas que pueden lastrar este sistema de producción agrícola. Para ser efectiva y competitiva, la agricultura tradicional se ayuda de soluciones cada vez más adaptadas a sus necesidades.
Ventajas de la agricultura tradicional
A finales de 2019, se celebró en Tenerife el primer Congreso Internacional de Sistemas Agrarios Tradicionales con el fin de remarcar la importancia de conservar y poner en valor los suelos agrarios tradicionales. Mantener el suelo vivo es clave para el futuro, y eso es algo que hace la agricultura tradicional.
En ese Congreso, el presidente de FIAES, José Luis Porcuna, señalaba que los sistemas agrícolas tradicionales “retienen más carbono y contribuyen a purificar el agua; además, producen productos más saludables, y crean paisaje”. Se destacaba no solo la importancia de los sistemas de producción de la agricultura tradicional como pieza clave en la lucha contra el cambio climático, sino también como elemento para construir la “identidad” de los pueblos y contribuir a generar economía circular, en la que el beneficio se reparte de manera más democrática.
La agricultura tradicional cuida los suelos y los recursos de los que dispone porque depende de ellos. Al contrario de lo que ocurre en sistemas industrializados que se basan únicamente en la sobreexplotación, en la agricultura tradicional el objetivo es sacar el mayor rendimiento posible de los cultivos, pero siempre cuidando de ellos, sin maltratar el suelo, que es el que produce.
Al aprovechar las condiciones climatológicas, como el agua y el sol, la agricultura tradicional hace un uso más sostenible de los recursos y, al mismo tiempo, reduce costes. Aprovecha aquellos elementos que ofrece la naturaleza y trabaja para que los cultivos sean productivos, en cantidad y en calidad, y que sean también, necesariamente, sostenibles.
Necesidades de la agricultura tradicional
Para mantener y potenciar ese equilibrio entre productividad y sostenibilidad, la agricultura tradicional necesita recurrir a la tecnología. La naturaleza no siempre juega a favor de los cultivos y resulta necesario protegerlos frente al estrés abiótico, factores ambientales que afectan les negativamente, como plagas, malas hierbas, temperaturas extremas, salinidad, falta de luz, etc.
Además, si la agricultura tradicional quiere ser competitiva en un mercado que demanda cada vez una mayor producción de alimentos, necesita aumentar su rendimiento. Pero, al hacerlo, no puede renunciar a uno de sus grandes beneficios: la producción de alimentos más saludables. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que van a marcar el desarrollo económico y social de los próximos años, incluyen la máxima de que alimentar a una población creciente no es solo darle de comer, sino que también hay que garantizar la seguridad alimentaria y una mejor nutrición para todo el mundo.
Y todo esto -la protección de los suelos y la producción de alimentos seguros y saludables- necesita hacerse, como señalábamos antes, con respeto al territorio y a los recursos naturales. Para ello, Tradecorp dispone de una amplia gama de productos fitosanitarios, ecológicos y de bionutrición para el campo.
Cómo las soluciones Tradecorp ayudan a la agricultura tradicional
Ni la agricultura tradicional excluye los avances tecnológicos, ni el desarrollo tecnológico se olvida de la tradición. Los conocimientos de agricultores de todo el mundo se utilizan a menudo como el origen de investigaciones que pretenden mejorar los productos fitosanitarios disponibles. La experiencia y la tradición son la base de la innovación; se trata de saber qué funciona y ver cómo lo podemos mejorar.
A diferencia de la agricultura ecológica, que no utiliza fertilizantes que no sean 100% de origen orgánico ni organismos genéticamente modificados, en la agricultura tradicional sí se han utilizado herramientas para aumentar la productividad o garantizar la conservación de los cultivos como el uso de maquinaria agrícola, semillas mejoradas, fertilizantes para el control de plagas o herbicidas para combatir malas hierbas (por ejemplo, un producto como Infinor Pills #4 para combatir la juncia).
Pero, especialmente en los últimos años, ante graves problemas como el cambio climático o la necesidad de rentabilizar la agricultura, las herramientas tecnológicas al servicio de la agricultura tradicional se han tenido que adaptar a nuevas exigencias y demandas que anteponen la conservación medioambiental. Estas soluciones necesitan ser más eficientes, capaces de fomentar la productividad de una manera absolutamente sostenible.
Ante el mal uso o el abuso de químicos que podrían dañar los suelos, se han desarrollado soluciones que los protegen y enriquecen. El suelo en la agricultura tradicional es limitado, por eso, cuidarlo es vital, tanto para el agricultor como para el medio ambiente.
Tradecorp cuenta con una amplia gama de soluciones para proteger y estimular la agricultura tradicional, también con productos 100% de origen orgánico. Es el caso, por ejemplo, de la nueva gama de soluciones de bioprotección Soteria, que responde con creces a las exigencias de las normativas de la UE en materia de sostenibilidad y protección del medioambiente.