¿Cómo será la agricultura del futuro?
La agricultura del futuro va a estar condicionada, principalmente, por dos grandes retos a los que el Planeta se debe enfrentar en los próximos años: la creciente demanda de alimentos y la lucha contra el cambio climático.
Se calcula que, debido al crecimiento demográfico esperado para 2050, la producción de alimentos necesitará ser un 68% mayor que en la actualidad. Así pues, es necesario aumentar la productividad de la agricultura para cubrir esa demanda. Sin embargo, ese aumento no puede llevarse a cabo utilizando las técnicas industriales que caracterizaron la agricultura del siglo XX, ya que se ha demostrado que ese sistema tiene graves consecuencias para el medio ambiente e incluso para la salud de las personas, ya que esos métodos no siempre resultan en mejores productos. Por lo tanto, la agricultura del futuro tendrá que ser más productiva, pero sin perder nunca de vista su sostenibilidad, tanto económica como medioambiental.
Las consecuencias nefastas del cambio climático son indiscutibles y, para frenarlas, resulta absolutamente necesario reducir el número de emisiones de efecto invernadero. Hoy en día, el sector agroalimentario es responsable de aproximadamente el 26% de las emisiones de CO₂ en el mundo; un 18’4% tiene que ver con la agricultura, deforestación y tierras de cultivo, y el resto con la distribución (refrigeración, embalaje, etc.) y el transporte. Resulta indispensable que el sector asuma su responsabilidad y que, pensando también en su propia supervivencia, trabaje para establecer una agricultura más sostenible.
Agricultura 4.0
La demanda de alimentos y la sostenibilidad marcarán cómo será la agricultura del futuro. Las soluciones que se derivarán de los nuevos métodos de agricultura estarán condicionados por la innovación y el desarrollo tecnológico.
La fórmula para que la agricultura sea más productiva y, a la vez, más sostenible, pasa por la eficiencia. En la línea de las soluciones que ofrece Tradecorp, el objetivo de la agricultura del futuro es hacer más con menos. Para ello, todas las tendencias del sector apuntan al aprovechamiento de las nuevas tecnologías para mejorar todos los eslabones de la cadena agroalimentaria.
Se espera que en las próximas décadas se imponga la llamada “agricultura 4.0” o “agricultura inteligente” (smart farming), que utiliza innovaciones como el big data o la conectividad, para tener más información y así tomar mejores decisiones o fomentar la colaboración y encontrar soluciones que sirvan para todos.
La agricultura del futuro
En un artículo de la prestigiosa revista Forbes escrito por Bernard Marr, periodista y asesor especializado en tecnología y estrategia empresarial, se señala cómo será la agricultura del futuro, teniendo en cuenta cuáles son las principales tendencias que se están produciendo actualmente en el sector.
“The Biggest Future Trends In Agriculture And Food Production” indica, en primer lugar, cómo ya se está empezando a pensar en nuevas técnicas agrícolas para el futuro. Si en el pasado la evolución tecnológica de la agricultura estuvo relacionada, sobre todo, con la mecánica y la genética, la actual transformación se está produciendo gracias a las herramientas digitales.
Entre los avances técnicos que tienden a estar cada vez más presentes en la agricultura, tenemos, por ejemplo, la automatización de los procesos. El uso de robots, drones o vehículos autómatas, entre otros, sirve para aprovechar mejor los recursos y ser más eficientes.
Agricultura de precisión
La eficiencia es también el objetivo principal de la agricultura de precisión que, entre otras cuestiones, propone regar o utilizar fitosanitarios dependiendo de las necesidades reales de los cultivos, en lugar de hacerlo siempre en la misma cantidad o con la misma frecuencia. Para poder conocer cuáles son esas necesidades, se utilizan distintas herramientas como, por ejemplo, la información que emiten los satélites.
Agricultura urbana
Otras nuevas técnicas agrícolas que se podrían popularizar en el futuro serían la agricultura urbana. Producir más cerca de las ciudades, que es donde se concentra la mayor parte de la población, no solo ahorraría costes y emisiones nocivas, sino que también respondería a la creciente demanda del “consumo de kilómetro 0”. Hoy en día, los consumidores tienen y demandan más información, para saber exactamente qué consumen. La agricultura del futuro deberá cubrir, no solo la demanda de alimentos, sino también asegurarse de que sean de calidad.
Agricultura vertical
La agricultura vertical reúne un conjunto de técnicas que se han demostrado muy beneficiosas para el medio ambiente. No solo se cultivaría menos superficie, permitiendo conservar más ecosistemas naturales, sino que también se consumirían menos recursos. Según sus defensores, es hasta 390 veces más productiva.
Alternativas a la producción de comida
Además de la búsqueda de nuevas técnicas agrícolas, Marr señala una segunda gran tendencia en agricultura: la búsqueda de nuevas maneras de producir comida. Refiriéndose a la necesidad de reducir el consumo de la carne que se produce en explotaciones ganaderas industriales, que son muy contaminantes. Para ello, se buscan alternativas como la creación de carnes de origen vegetal, pero también el fomento de nuevos cultivos que pasen a formar parte de nuestra dieta.
Gestión y legislación
Teniendo en cuenta todos los factores que apuntan a cómo será la agricultura del futuro, también se está produciendo una transformación en la manera en que se gestiona y legisla el sector agrícola.
Los planes de futuro de la Unión Europea para la agricultura pasan por “la investigación, la innovación y el desarrollo de capacidades en curso en el sector agroalimentario, que cuenta con el apoyo de varias iniciativas del marco multifinanciero”. Las iniciativas de la UE para la agricultura del futuro tienen diferentes objetivos, pero, principalmente, se centran en el fomento de la digitalización y la innovación tecnológica en el campo.