La recolección manual de algas en aguas irlandesas asegura un suministro de calidad, continuo y respetuoso con el medio ambiente


recolección manual de algas

Es con estos recolectores irlandeses con quienes Tradecorp tiene firmados acuerdos de colaboración ya que cuentan con un conocimiento exhaustivo del oficio. Tradecorp decide la rotación de áreas de cosecha y gracias a la selección cuidada de las zonas de corte, se consigue mantener un crecimiento natural y sostenible.

Y es que el aprovechamiento de las algas solo es sostenible si se cuida su entorno. De ahí que el método que se utiliza en Tradecorp sea especialmente cuidadoso.

Tradecorp utiliza una especie de alga parda denominada Ascophyllum nodosum. Tradecorp ha elegido esta zona en Irlanda para su suministro por la tradición de los irlandeses de recolectarla de manera manual. De este modo, la empresa mantiene su compromiso de obtener sus productos de una manera respetuosa con el medio ambiente.

Para asegurar su regeneración y mantener el suministro para uso agrícola se cosecha a mano y se corta a unos 25 centímetros de la base del alga. Esto permite su regeneración en un periodo que oscila entre los 3 y los cinco años.

¿Por qué en Irlanda?:

En la costa oeste del país gaélico el alga Ascophylum nodosum está sometida a la presión que ejerce la marea. Esto implica períodos de hasta doce horas completamente sumergida y sometida a la salinidad del agua; y otras doce horas a la intemperie, sometida a los vientos y las agresiones atmosféricas. Es decir, en un solo día vive en dos medios diferentes.

Tradecorp ha elegido la costa oeste de Irlanda como área de suministro por el bajo desarrollo industrial de la zona, y por tanto, una excepcional calidad de sus aguas, con menor contaminación que otras regiones más industrializadas. Otro factor que beneficia la calidad de las algas es la baja presión demográfica de esta zona de Irlanda y la baja intensidad de tráfico marino. Todo ello proporciona unas aguas limpias. Además se unen unas condiones meteorológicas óptimas. Se trata de una zona donde no hay grandes oscilaciones térmicas, con temperaturas moderadas, nunca por debajo de cero grados y que proporcionan unas excelentes condiciones de crecimiento.