Nuestros cultivos se enfrentan al reto de producir bajo condiciones constantes de fuerte estrés abiótico. Esta situación se complica cada año que pasa como consecuencia del cambio climático, y sobretodo durante los meses de verano. Altas temperaturas, sequía, salinidad, alta radiación lumínica, compactación de suelos, contaminación ambiental, ozono troposférico…
Las plantas son formas inmóviles de vida, no tienen la capacidad de escapar de situaciones ambientales desfavorables. Ante estas situaciones las plantas producen especies reactivas de oxígeno (en adelante, ROS) altamente oxidantes. Para protegerse, a lo largo de miles de años de evolución las plantas han adquirido y perfeccionado mecanismos de autodefensa antioxidante. Si la producción de antioxidantes es superior o similar a la génesis de ROS, nuestro cultivo está en equilibrio, y no se ve afectado por el estrés ambiental. Pero a menudo los fenómenos meteorológicos extremos ocasionan que estas defensas resulten insuficientes: es el denominado Estrés Oxidativo. Este balance se rompe y se provocan importantes daños en el cultivo, con la consiguiente pérdida de rendimiento y calidad..
Hoy más que nunca, la gestión del estrés ambiental cobra protagonismo dentro de los parámetros analíticos de cualquier explotación agraria. Cada vez hay más agricultores y técnicos visionarios, inconformistas, que lejos de mirar al cielo con miedo, se preocupan, preguntan y se forman para gestionar mejor estas situaciones de estrés extremo y alcanzar así la excelencia en su cultivo, incluso en situaciones complejas
No podemos controlar el tiempo, pero si podemos ayudar y preparar los cultivos a afrontar estas situaciones de la forma más liviana posible mediante la aplicación exógena de bioestimulantes. Y comprender el modo de acción de los bioestimulantes es fundamental para obtener el máximo rendimiento y calidad, maximizando la rentabilidad de los agricultores.
Con la ayuda de los bioestimulantes de Tradecorp di adiós al estrés, y hola a la rentabilidad.